Por Augusto Álvarez
Rafael Feliz Cabrera, el alcalde pedáneo de Las Pastillas, una pequeña comunidad de Elías Piña, quien ya tenía asuntos pendientes con la justicia, fue autorizado, estando detenido, a irse a dormir a su hogar y regresar tempranito a prisión.
Algo que, en otros tiempos, era difícil ocurriera cuando el detenido estaba involucrado en riña, pleito o amenazas. Pero, eso siempre ocurría y ahora sigue ocurriendo. ¿Qué pasó ahí? De seguro, el Ministerio Público actuó.
No sabemos quién fue su padrino. Tampoco sabemos, “si por la plata bailó el mono”.
Tan poco sabemos, quién dio la orden de “váyase a dormir a su casa y regrese tempranito”. Sí sabemos, que quién lo hizo, es cómplice de las acciones criminales de este asesino.
Feliz Cabrera aprovechó estar fuera de los barrotes, una oportunidad de oro, que tal vez esperaba con ansia, para ejecutar los planes que tenía en mente, asesinar a quienes se querellaron en su contra, a quienes lo denunciaron ante la Policía y el Ministerio Público y que, por esa denuncia o querella, estaba tras las rejas.
Y lo aprovechó muy bien, aunque ha circulado la versión de que Feliz Cabrera ha dicho que le faltó el principal, al que realmente quería asesinar de primero.
El hombre asesinó a tres personas, incluyendo un bebé de apenas 6 meses de edad, e hirió a otras personas.
Ahora, corre la versión de que este asesinó huyó hacia Haití, pese a que dos de los fallecidos y uno de los heridos, eran ciudadanos haitianos.
La gente se pregunta, ¿está en prisión quien dio la orden de sacar a Feliz Cabrera de la cárcel y enviarlo a dormir cómodamente en su casa, luego de intentar matar a una persona?
Es posible que los mismos implicados en dejar libre al alcalde pedáneo asesino, ahora, ellos mismos estén tratando de atraparlo.
Pero, ¿la orden partió de la Policía o del Ministerio Público independiente? ¿A solicitud de quién?
Lo mismo ha ocurrido en el pasado con muchas personas que se refugiaron en el Ministerio Públicos, para evitar ser víctimas de sus agresores, y hoy están bajo tierra, por culpa de quienes tenían la responsabilidad de protegerle la vida.
Ahí está el recién caso de la modelo Chantal Jiménez, luego de solicitar protección por ser agredida, incluso, por varios intentos de asesinato, su verdugo cae preso, pero es premiado por el Ministerio Público independiente, que lo favorece, dando una simple orden de que se aleje de ella. Hoy ella está muerta por culpa de quienes, por lo que fuese, se confabularon con el agresor.
Eso ha ocurrido con otras mujeres, que han denunciado a sus verdugos, y posteriormente, han sido asesinadas. Esto, por la irresponsabilidad de quienes debieron evitar lo que luego ocurrió. Y, en ningún caso, ha habido consecuencia.
Ese mismo proceso se extendió a Las Pastillas, de Elías Piña, y el final dio más homicidios, hubo complicidad oficial y la sangre continuó corriendo en el país.
Han y están fallando quienes prometieron, en campaña, que eso, que viene ocurriendo desde hace muchos años, no ocurriría en su gobierno. La situación ha ido de mal en peor, muchos niños están quedando huérfanos por causa de la irresponsabilidad de las autoridades.