Documentos filtrados del Pentágono de la guerra ruso-ucraniana revelan incapacidad en la conducción de las hostilidades militares del ejército de Volodimir Zelenski.
Incluso, advierten los documentos filtrados que Estados Unidos y la OTAN deberían esforzarse más para llegar a una paz negociada.
Según la filtración de información clasificada, «Washington tiene dudas sobre el estado de la guerra».
Conforme a una evaluación que la administración del presidente Joe Biden define como «ultrasecreta» se habla de sombría generación y mantenimiento de las fuerzas para obtener «modestas ganancias».
Se estableció que a mediados de marzo, el general Mark A. Miller, jefe del Estado Mayor Conjuntos; Jake Sulliman, asesor de Seguridad Nacional del presidente Biden, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, sostuvieron conversaciones.
Se habría concluido que Ucrania empezaba a reconocer sus propias limitaciones, al tiempo en que Washington busca a toda marcha el origen de las filtraciones.
Además, al final, se dejó entrever que pese al gran soporte de Washington, la OTAN y aliados, salvo una salida negociada se aprecia para finiquitar la guerra.